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Mostrando las entradas de julio, 2021

30 años

      La vida de Pedro cambiaria para siempre el día que observo a su padre de la mano de una mujer que no era su madre. Pedro era un niño que por las tardes y en periodos vacacionales voleaba zapatos en la alameda central del centro de la ciudad, junto con su amigo Joaquín compraron una grasa color café obscuro, una brocha de pelo de caballo, un jabón de calabaza, un trapo de bolero, un cepillo del número dos y dos cajones. Ese día él había salido más temprano a chambear porque quería conseguir más clientes y ganar más dinero, ya que desde hace tiempo estaba ahorrando para comprarse unos tenis que le gustaban. En aquel momento era un preadolescente y los tenis representaban algo muy significativo e importante, pensaba que esos tenis le darían estatus y lo haría más popular con la niña que le gustaba.   Cuando vio a su padre caminando muy campante con esa mujer, quedo petrificado, pues ya tenía edad suficiente para comprender lo que estaba sucediendo. Desconcer...

La tía metiche

      Mi rostro se llenó de satisfacción cuando mi ginecólogo me confirmó que estaba embarazada, he deseado este momento desde que me case con Edgar, tengo treinta seis años y estoy reventada de que mi familia me esté preguntando que para cuando él bebe. Los días posteriores transcurrieron con normalidad, me sentía fatigada, y las clásicas náuseas y los vómitos mañaneros se hacían presentes. Estaba emocionada por ver juguetes en el piso y escuchar el llanto por las noches, mis primas me decían que no es tan agradable levantarse en la madrugada, pero yo tenía esa ilusión. Cuando le di la noticia a Edgar su rostro se puso pálido, no sé si porque lo tomo por sorpresa o porque la noticia no le agrado, la tristeza se apodero de mi cuando me abrazo después de cinco minutos de haberle dicho. Se había quedado pasmado. El proceso de gestación avanzaba, lo exámenes ecográficos y los monitoreos cardiacos fetales me daban tranquilidad. Sin embargo, el ginecólogo observó que los ...

Vivo lo que permito

      Antonieta sale corriendo de su casa como cada día, levantarse temprano nunca fue su fuerte, se dirige a su trabajo del otro lado de la ciudad, en el almacén de un pequeño restaurante, ella se encarga del área de compras. Sale afligida por los 39 grados de temperatura de su hija más pequeña; constantemente se va a trabajar preguntándose si estará haciendo lo correcto, le taladra su mente el pensar si solicitarle el divorcio a su marido fue una buena decisión; después de encontrarle fotos y mensajes de otra mujer y no decir nada, un día ya no tolero más y le hizo saber que sabía lo de la otra mujer, él no lo negó, solo se quedó en silencio y agacho la cabeza. -        Acaso estaré exagerando, tal vez solo sea una cosa sin importancia; no, si realmente quisiera arreglar las cosas me hubiera dicho algo, hubiera tratado de explicarme, pero no, se quedó callado, se hizo del delito, maldito infeliz, como fue capaz de hacer eso, tiene cua...

La Clinica

      La Clínica Te preparas para bañarte; buscas que ponerte entre la ropa aventada en el sillón, pues te dio flojera organizarla la última vez que lavaste, por fin encuentras algo que te puedes poner sin planchar; una blusa color marrón, un pantalón de mezclilla, ropa interior de diferente color. En la regadera el agua caliente se desliza sobre tu piel y te sientes libre; de repente, tu visión se nubla y solo ves sombras, empiezas a turbarte, te trastabillas e intentas sostenerte de algo sin éxito, solo puedes sujetarte de la pared del baño; haces un segundo intento en caminar pero te es imposible y caes; el impacto de tu cabeza contra el suelo hace que la casa resuene, agonizante sientes la sangre que gotea en tu cabeza, tu perra Nala llega y con su lengua trata de limpiar un poco la combinación de sudor, agua y sangre. Los ladridos dan aviso a tu madre. No volverás a abrir los ojos hasta el día siguiente cuando en una cama de hospital con una jeringa conectada a...